viernes, 1 de agosto de 2008

Calvinismo,Arminianismo y la Palabra de Dios.

Gracia y Paz queridos hermanos!.Creanme,he estado buscando por dos dias estudios que traten sobre la controversia entre el calvinismo y el arminianismo y me he decidido a poner a su disposicion como referencia lo que me parecio una perspectiva centrada en la Biblia mas que defender alguno que otro sistema en conflicto,espero que ha ustedes les resulte tan bueno como a mi.


Calvinismo,Arminianismo y la Palabra de Dios.


Por Chuck Smith
LA PERSPECTIVA DE CALVARY CHAPEL
¿Qué significa ser parte del creciente número de las iglesias de Calvary Chapel? Existen ciertas diferencias que nos distinguen de otras iglesias evangélicas. La diferencia más importante es nuestro compromiso de enseñar la Biblia en forma sistemática y expositiva y tener un énfasis en el amor que trasciende toda barrera étnica y cultural.
Calvary Chapel no tiene ninguna intención de causar división o de ser dogmática en las áreas donde los estudiantes y maestros de la Biblia tienen diferencias. Sin embargo, es necesario establecer lo más claramente posible nuestras bases doctrinales en la enseñanza. Mientras recibimos con agrado a creyentes de otros trasfondos doctrinales, los animamos a ver nuestros puntos de vista a través del estudio de la palabra de Dios que nos enseñan nuestros pastores.
Calvary Chapel trata de evitar argumentos y discusiones que no están claramente presentados en la Biblia. Y en ninguna área es este principio más aplicable que en la larga discusión entre Calvinistas y Arminianos. El tema es complicado y enredado y ambos extremos prueban ser puntos con apoyo de versículos bíblicos y no pretendemos solucionar un conflicto que lleva más de 400 años dentro del seno de la iglesia evangélica. Aun no tenemos la habilidad de comprender los caminos de Dios (Romanos 11:33-36). Pero lo trágico es cuando sólo nos importa tener la razón a cualquier precio. Cuando se habla del ministerio del Espíritu Santo, es fácil estar en desacuerdo en temas como “bautismo” y “llenura”, pudiendo perder la bendición y el poder del Espíritu Santo en nuestras vidas. La forma como conducimos nuestros debates y expresamos nuestras opiniones pueden apagar y entristecer al Espíritu que mora dentro del creyente. En medio de toda esta discusión sobre los dones espirituales podemos dejar de lado el amor que es el mayor de todos ellos (1 Cor. 12:31-14:1). Nuestro deseo es llevar en amor a los creyentes a la unidad en el Espíritu Santo. Estamos comprometidos a glorificar al Señor en todo lo que decimos y hacemos.
Quizás no existe otro tema tan controversial como el debate surgido alrededor de la “doctrina de la salvación”, entre los seguidores de Juan Calvino (1509-1564) y los seguidores de Jacob Arminio (1560-1609). Desde la reforma protestante del siglo XVI, las iglesias cristianas han estado en desacuerdo sobre temas como depravación (rendido completamente al pecado), la soberanía de Dios, la responsabilidad del hombre, la predestinación, la elección, la certeza de la salvación y la naturaleza y extensión del sacrificio de Cristo.
Aunque Arminio había sido educado en la tradición de la reforma Calvinista, tenía serias dudas acerca de la doctrina de la “Gracia Soberana”. Arminio fue pastor de una congregación reformada en Amsterdam, Holanda (1588-1603). Durante sus quince años de ministerio allí, Arminio comenzó a cuestionar muchas de las doctrinas básicas Calvinistas. Eso lo llevó a dejar el pastorado y volverse profesor de Teología en la Universidad de Leyden. Pero fueron su serie de discursos sobre elección y predestinación los que provocaron una violenta y trágica reacción. Después de su muerte en 1609, sus seguidores desarrollaron la presentación de los “Cinco Puntos del Arminianismo” en 1610. Este documento fue una protesta contra las doctrinas de los calvinistas. En 1618, el Sínodo Nacional de Iglesias de Holanda se reunió para estudiar las tesis de Arminio. Luego de 154 sesiones, os cinco puntos del arminianismo fueron declarados heréticos. Años más tarde Juan Wesley recogió algunas de las enseñanzas del arminianismo, y el movimiento comenzó a crecer, afectando la tradición Metodista y creando la base para la mayoría de las creencias en las iglesias pentecostales y carismáticas.
LOS CINCO PUNTOS DEL ARMINIANISMO
LIBRE ALBEDRÍO
Arminio creía que la caída del hombre no fue total, creyendo que existía todavía suficiente bien en el hombre para que él pudiera aceptar la salvación de Jesucristo.
ELECCIÓN CONDICIONAL
Arminio creía que la elección para la salvación de los creyentes estaba basada en el preconocimiento de Dios, es decir que Él sabría quienes creerían. Cada hombre en el uso de su libre albedrío aceptaría o rehusaría a Jesús, y Dios sabría la respuesta de cada individuo.
EXPIACIÓN UNIVERSAL
Arminio sostenía que Dios quiere la salvación de todos, que Cristo murió por cada persona y Dios no desea que nadie perezca. La muerte de Cristo provee la salvación para todos los hombres, pero al mismo tiempo cada uno debe ejercer su libre albedrío para obtener así la salvación.
GRACIA OBSTRUCTIBLE
Arminio creía que debido a que Dios quería la salvación de todos los hombres, Él envió al Espíritu Santo para instar a todos a acercarse a Jesús, pero el hombre en su libre albedrío podía resistirse a la voluntad de Dios para su vida. La finita voluntad del hombre puede frustrar la voluntad de Dios.
CAYENDO DE LA GRACIA
El hombre no puede ser salvo al menos que él deseé ser salvo y para continuar en la salvación debe seguir deseándolo.
LOS CINCO PUNTOS DEL CALVINISMO
Juan Calvino, el reformador francés, no formuló lo que hoy se conoce como los cinco puntos del Calvinismo. Estos puntos fueron el resultado de los Cánones del Concilio de Dort (1618) y lo emitido por las confesiones reformadas sobre estos asuntos.
El Calvinismo ha sido dado a conocer por destacados teólogos y predicadores como John Owen, George Whitefield, Charles Hodge, Charles Spurgeon y otros. He aquí un resumen de estos puntos:
DEPRAVACIÓN TOTAL
Los calvinistas afirman que el hombre se encuentra absolutamente entregado al pecado y a Satanás, incapaz de ejercer su propia voluntad para confiar en Jesucristo sin la ayuda de Dios.
ELECCIÓN INCONDICIONAL
La elección de los que van a ser salvos está basada en el plan y propósitos de Dios y no en la decisión del hombre. Dios elige a quién Él quiere.
EXPIACIÓN LIMITADA
Jesús murió en la cruz sólo por aquellos elegidos por el Padre, sólo ellos serán salvos y todos aquellos por los cuales Él no murió, los no elegidos, se perderán.
GRACIA IRRESISTIBLE
Los Calvinistas cren que la voluntad del hombre es incapaz de oponerse a la voluntad de Dios y a impedir su salvación. El hombre elegido por Dios para salvación así no lo quiera igual será salvo y aquel no elegido que quiera la salvación nunca la alcanzará. Dios es el que llama y nadie se le puede resistir.
PERSEVERANCIA DE LOS SANTOS
La salvación es obra completa de Dios y el hombre no tiene que ver nada en el proceso. Los salvos perseverarán porque Dios siempre termina la obra que empezó.
LA PERSPECTIVA DE CALVARY CHAPEL
No es nuestro propósito tomar alguna de estas posiciones, ni tampoco causar división en el cuerpo de Cristo. Queremos dar a conocer lo que en Calvary Chapel entendemos que la Biblia enseña respecto a estos puntos.
DEGENERACIÓN HUMANA
Creemos que todos somos pecadores (Rom. 3:23) e incapaces por medios humanos de alcanzar la salvación (Tito 3:5). Creemos que la paga del pecado es muerte (Rom.6:23) y que aparte de la gracia de Dios, nadie puede ser salvo (Ef.2:8-9) y no hay un sólo hombre justo (Rom.3:10-12) y aparte de la convicción y regeneración del Espíritu Santo, nadie puede ser salvo (Jn.1:12-13, 16:8-11; 1 Pd.1:23-25). La humanidad se encuentra caída y en pecado.
ELECCIÓN
Creemos que Dios escogió al creyente antes de la fundación del mundo (Ef. 1:4-6) y basado en su preconocimiento, ha predestinado al creyente a ser formado a la imagen de su Hijo (Rom.8:29-30). Creemos que Dios ofrece salvación a todo aquel que invoca su nombre (Rom.10:13; 1 Cor.1:9). La Biblia nos enseña que ha sido dada una invitación a todos, pero que sólo algunos la aceptarán. Podemos ver este balance a través de toda la escritura (Ap.22:17; 1 Pd.1:2; Mt.22:14). Dios claramente elige, pero el hombre debe también aceptar la invitación de Dios.
EXPIACIÓN
Creemos que Jesús murió como propiciación (la justicia de Dios quedó satisfecha con su sacrificio) por los pecados de todo el mundo (1 Jn.2:2; 4:9-10), y que Él perdona a los que creen en su muerte y resurrección como única esperanza de salvación (Ef. 1:7; 1Pd.1:18-19). Creemos que la vida eterna es un regalo de Dios (Rom. 6:23) y quien quiera que crea en Cristo no perecerá (Jn. 3:16-18; Heb. 2:9; 1 Tim. 4:10). El sacrificio expiatorio de Jesucristo fue claramente suficiente para salvar a toda la raza humana.
GRACIA
Creemos que la gracia de Dios no es el resultado del esfuerzo humano, sino la respuesta de la misericordia de Dios y de su amor para los que crean en su Hijo (Rom. 3:24-28; 11:16; Ef. 2:4-10). La gracia nos da todo aquello que no merecemos y que no podíamos alcanzar con nuestras obras (Rom. 11:6). El hombre puede resistir y rechazar esta gracia (Mt. 23:37), una persona es condenada cuando decide no creer (Jn. 3:18). Jesús reconoce el hecho de la resistencia y el rechazo humano (Jn. 5:40; 7:37; 11:26; 12:46-48). Esteban concluyó su discurso diciendo “¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos…” (Hch. 7:51) e Isaías dice “Todo el día extendí mis manos a un pueblo rebelde y contradictor” (Is. 65:2). Concluimos pues que la gracia de Dios no puede ser ni resistida ni recibida por el libre albedrío del hombre (Heb. 10:26, 29).
PERSEVERANCIA
Creemos que no hay condenación en Jesucristo, que nada nos puede separar del amor de Dios en Cristo Jesús y que tenemos seguridad en Jesús (Rom. 8:1,38-39; Jn.6:37; 10:27-28; Fil. 1:6). Creemos que el Espíritu Santo nos ha sellado hasta el día de la redención. (Ef. 1:13-14; 4:30).
Pero también somos conscientes de las palabras de advertencias de Jesús que dijo, que no todo el que le diga Señor será salvo (Mt. 7:21-23). Aparentemente hay muchos que dicen ser creyentes cuando en realidad no lo son (Lc. 9:62; 1Cor. 6:9-10; Gal. 5:19-21; Ef. 5:3-5). Los siguientes textos son muy serios al respecto y conviene revisarlos con cuidado (Gal. 5:4; Col. 1:20-23; 2 Tim. 2:12; Heb. 2:12; 1 Tim. 4:1; 2Pd.2:20-21).
Pero también dice en 2 Pd. 1:10, “Por lo cual hermanos, tanto más procurad hacer firmes vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas no caeréis jamás”. Agradecemos a Dios por el ánimo en Judas 24 “Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con alegría; al único Dios”.
Manteniendo un balance bíblico sobre estos difíciles temas de importancia, creemos en la perseverancia de los santos (verdaderos creyentes), pero también estamos conscientes acerca de vidas pecaminosas entre aquellos que dicen ser cristianos. Nosotros no tenemos todas las respuestas en estos asuntos, pero deseamos ser fieles al Señor y a su Palabra. Si basáramos nuestra salvación en las obras y actitudes de la gente nos desanimaríamos. Pero cuando ponemos nuestros ojos en el Señor estamos confiados (1 Pd. 1:3-9). No es fácil mantener la unidad en estos temas, pues los caminos de Dios son inescrutables (Rom. 11:33) y la Biblia nos previene a no apoyarnos en nuestra propia prudencia (Pr. 3:5). No es siempre fácil y entendible decir lo que Dios nos dice, ni más ni menos. Debemos de tratar de evitar dividirnos y separarnos entre los creyentes.
Que el Señor nos ayude a amarnos el uno al otro, a ser benignos, misericordiosos, perdonándonos unos a otros, como Dios nos perdona. Cuando nos encontremos con problemas doctrinales difíciles busquemos con humildad agradar a Dios quien nos ha llamado a servirle en el cuerpo de Cristo. Discusiones, ¡sí! Desacuerdos, ¡sí! Divisiones, ¡no!
Jesús dijo que por los frutos nos reconocerían. Cuando una posición particular de las Escrituras nos lleva a convertirnos en personas divisivas, argumentativas y legalistas, yo cuestiono la validez de esa posición. Busco aquellas cosas que tienden a hacerme más benigno y misericordioso, entonces así sé que me estoy volviendo más como mi Señor. Si has llegado a una fuerte convicción personal sobre un asunto doctrinal, por favor concédenos primero el privilegio de ver como te ha ayudado a ser más como Cristo y luego juzgaremos si es que necesitamos llegar a la misma conclusión. Siempre debemos buscar el fruto de toda enseñanza. Preferiría tener un argumento no muy bueno que defender y una buena actitud que buenos argumentos y una mala actitud. Dios puede cambiar mi opinión y comprensión de los hechos en un momento, pero a menudo le toma toda la vida producir cambios de actitud.
Suyos en amor,
Chuck Smith

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