
En estos tiempos de potencial humano, "descubre el campeón que hay en ti", "tú puedes", "has nacido para hacer cosas grandes", "tú eres un cambiador de la historia" y todo eso, YO TENGO UNAS POCAS PREGUNTAS:
¿Vives una vida agradable a Dios?. ¿Vives en santidad?. ¿Miras pornografía por internet?. ¿Le eres fiel a tu esposa?. ¿Eres un "campeón" en la Iglesia pero cada 2 ó 3 días te masturbas y luego le prometes al Señor que no lo harás nunca más?. ¿Eres homosexual?. ¿Tienes una relación diaria en oración y lectura de la Palabra con el Señor?. ¿Miras cosas por televisión que ni te atreverías a mencionarlas si vieras al Señor en persona al lado tuyo?. ¿No puedes dejar de mirar chicas por la calle o tu ámbito normal de vida?. ¿Mientes?. ¿Una hora en la presencia del Señor es más precioso para ti que mil horas haciendo cualquier otra cosa?.

Podría mencionarte muchos versículos pero creo que con este pasaje es suficiente:
"No todo el que me dice: '¡Señor, Señor!', entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: 'Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?'. Entonces les declararé: 'Nunca os conocí. ¡Apartaos de mí, hacedores de maldad!” (Mateo 7:21-23).

Los "súper predicadores" que incentivan tu autoestima y te dicen que tú has nacido para ser la nueva estrella evangelica se han olvidado de contarte un pequeño detalle:
CÓMO VIVIR EN SANTIDAD
Cuando los escuchas momentaneamente te hacen sentir que vales, que eres importante y que tienes un gran futuro. Y claro, por supuesto, les estás muy agradecido. Pero ¿sabes qué?.
Esos lindos incentivadores de tu amor propio están alejándote del único que puede darte la victoria en tus batallas contra el pecado. SÍ. Ese pecado que te averguenza más seguido de lo que te animas a reconocer.

Ellos son quienes te alimentan cada día en tu sueño de triunfar, quienes te hacen sentir que eres fuerte y de que lo vas a lograr, que nada ni nadie te detendrá. Son los que te ayudan a visualizarte como un "campeón" que muy pronto el mundo entero conocerá. Pero... pero...
He aquí el gran, GRAN PROBLEMA.
EL GRAN PROBLEMA ESTÁ EN EL "PERO"...
¿Sabías que tu ÚNICA posibilidad de victoria es tu dependencia de Jesús?.
¿Sabías que la Biblia nos enseña que si nos presentamos delante de Dios como grandes "campeones" autosuficientes lo único que encontraremos será el rechazo de Dios?. ¿Sabías que eso NO es fe, sino soberbia? (Santiago 4:6, 1 Corintios 1:26-29, Apocalipsis 3:17,18).
El Señor NO espera de ti grandes fuerzas. Lo que espera de ti es tu dependencia de EL.
Que clames a EL. Que te acerques a EL con la desesperación de aquel que no tiene otra forma de obtener victoria o ayuda (Salmo 147:10,11, 2 Corintios 4:7).
LA VICTORIA ES IMPOSIBLE PARA TI. Sin Dios tú sigues siendo el mismo pecador perdido que antes de llamarte a ti mismo "cristiano" e ir a una Iglesia. Tu ÚNICA posibilidad se llama Jesús. Las fuerzas de Jesús en ti. El poder del Espíritu Santo en ti. No existe otra manera. Repito: NO EXISTE OTRA MANERA.

EL no busca tu autosuficiencia o encontrar en ti grandes fuerzas, EL BUSCA EN TI QUE TE DES CUENTA QUE SEPARADO DE EL NADA PUEDES HACER. EL busca tu dependencia de EL.
¿Quieres saber como vencer tus debilidades y pecados que te arrastran cada día?. ¿Quieres saber como lograr tener una verdadera relación con el Señor?. ¿Quieres que te apasione Su Palabra y Su presencia?.
NO HAY OTRA MANERA:
"EL QUE SE ENALTECE SERÁ HUMILLADO, Y EL QUE SE HUMILLA SERÁ ENALTECIDO" (Mateo 23:12, Santiago 4:10).
Acercate al Señor humilladamente, reconociendo tu necesidad de EL. Tomate cada día tiempo para alimentarte en la presencia del Señor.
Jesús dijo: "Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí y yo en él, este lleva mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer" (Juan 15:5).

En tus tentaciones, en tus luchas, en tus debilidades, en tu trabajo, en tus estudios, en tu familia, en cada momento de tu vida... levanta tu corazón a EL. EL ES TU ÚNICO Y SUFICIENTE SALVADOR.
EL debe ser tu fuerza. EL debe ser tu socorro. EL debe ser tu victoria. EL DEBE SER EL CAMPEÓN EN TU VIDA.
Ahí se verá la verdadera gloria de Dios en tu vida: en que Dios amó lo que no merecía ser amado y se glorificó con lo que nadie podría haber hecho nada.
A EL sea la gloria por los siglos de los siglos.
"El que habita al abrigo del Altísimo
morará bajo la sombra del Omnipotente.
Diré yo a Jehová: «Esperanza mía y castillo mío;
mi Dios, en quien confiaré" (Salmo 91:1,2)
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